Es un desafío escribir con palabras lo que voy sintiendo al descubrir cómo emerge esta sabiduría femenina en mí y explicar de qué manera vivo mis experiencias conectándome con mis ciclos biológicos y con los ritmos de la madre tierra…
Escribir para mí es una medicina, un encuentro en que mi mente y mi corazón agendan una cita romántica con música de fondo (canciones de Norah Jones) e intercambian miradas, palabras, reflexiones y caricias en medio de copas llenas de un suave vino tinto. Al final de este encuentro furtivo van hilando las palabras para preparar un tejido hermoso, un tejido que pasará a través de mi alma para llegar a tu corazón.
Para mí escribir significa entender y a la abuela killa (Luna) no se la entiende, tal como a las mujeres se la siente, se la abraza, se la ama, se la vive desde la experiencia del amor y por el amor.
La luna plantea vivir fluyendo ante los cambios de la vida, sabes ¿por qué? Porque durante 28 días tiene una danza por las que pasa por 12 signos zodiacales. La Luna gira alrededor de su eje (rotación) en aproximadamente 28 días y se traslada alrededor de la Tierra (traslación) en el mismo intervalo de tiempo.
La mujer tiene un ciclo menstrual en el mismo intervalo de tiempo, es por ello que en muchas culturas ancestrales, la luna siempre ha estado relacionada con la mujer y eran necesarias justamente para diversas decisiones que se tomaban relacionadas a la agricultura y demás actividades económicas que sostenían a la comunidad.
Es indispensable recuperar ese poder de sentir nuestro ciclo biológico natural menstrual, explorar nuestros órganos reproductores, portales divinos para manifestar en esta vida. Es momento de comenzar a descubrir las energías de cada etapa de nuestro cuerpo e iniciar un vínculo auténtico con los ritmos y naturaleza de la tierra.
Muchas sabemos y otras intuimos que esto es cierto; sin embargo, durante muchos años hemos asumido una gran cantidad de tareas en la casa y en sociedad, ya sea por elección o necesidad. Los resultados de esas elecciones nos han desconectado de nuestro cuerpo físico, la mayoría de mujeres de hoy hemos olvidado esta conexión natural que es propia de las mujeres con el planeta tierra.
Este tiempo, la era de acuario, se siente un llamado para despertar esa conexión desde nuestra libertad y autenticidad, el planeta tierra está llamando a sus hijas para una transformación verdadera, ya que somos las llamadas a parir un nuevo tiempo, un planeta tierra diferente. Necesitamos saber que en nuestro corazón y nuestro vientre llevamos la tradición de nuestros pueblos y nuestros linajes.
Les doy un ejemplo en el caso de la tradición judía. Una hija(o) puede heredar la condición de ser judío solo por la madre. Entonces si una mujer judía se casaba con una persona que no era judía, sus hijos heredaban la identidad espiritual de ser judíos. En cambio sí un hombre judío se casaba con un mujer que no era judía, sus hijos no eran judíos y tenían que convertirse para que su judaísmo sea activado. La tradición judía sustenta que esto se debe a que la identidad del alma está más moldeada por la madre que por el padre. De hecho cada niño es una extensión física de la madre.
Así como el caso de la tradición judía, muchas culturas milenarias sustentan que la mujer desde su espiritualidad, amor y fuerza es capaz de transformar y sostener vínculos, familias, comunidades y efectivamente aportar desde nuestros talentos naturales en el desarrollo de la sociedad haciendo lo mejor posible para generar un cambio positivo para nuestro planeta.
6 herramientas para activar la conexión con mi ser femenino
Quisiera compartirles estas herramientas prácticas que me han servido para activar esta conexión de mi ser femenino con los ritmos de la tierra.
Me haría muy feliz saber si adaptaste alguno de estas actividades a tu vida diaria, ¿me cuentas en los comentarios cómo te fue?, ¿Qué descubriste de tu energía femenina? ¿Sientes que conectaste con la madre tierra o con la abuela killa? ¿te dieron algún mensaje?